Es el perfecto equilibrio en las secreciones sebáceas y de sudor, al tacto la superficie se palpa tersa, con adecuada turgencia, el color es uniforme, el brillo moderado, los poros poco visibles, y la hidratación de esta piel es perfecta.
La piel normal tolera la mayoría de los ingredientes, por lo tanto se adapta con una mayor versatilidad a los productos de higiene, hidratación y maquillaje.
Cuando el equilibrio de la piel se altera se presentan los diferentes tipos de piel:
Piel que al tacto se palpa textura gruesa, se observa folículos pilosebáceos dilatados, es untuosa al tacto. La piel grasa se localiza en región centro facial y se distinguen 2 subtipos:
Los pacientes con piel grasa deben usar productos ¨no comedogénicos¨ y oil free, para hidratar este tipo de piel se debe evitar aplicar hidratantes en vehículos que sean grasos, al igual que los exfoliantes y las mascarillas.
La higiene del rostro no se recomienda más de 2 veces al día ya que, en compensación las glándulas sebáceas, producirán más sebo.
La textura es áspera y tensa, reaccionando a estímulos externos. En este tipo de piel los poros son imperceptibles y se caracteriza por su poca elasticidad.
Tiene una coloración mate u opaca, se observa con falta de brillo, puede tener descamación fina, predisposición a formar arrugas, intolerante a jabones.
Los pacientes con piel seca deben usar humectantes que mejoren la barrera natural de la piel al menos 2 veces al día; los limpiadores deben ser suaves y se debe evitar el uso de productos a base de alcohol.
Se caracteriza por tener piel grasa en zona t (frente, nariz y mentón) y piel seca en el resto de las áreas del rostro.
La piel mixta debe usar un jabón suave cada 12 horas, se debe hacer uso de hidratante para este tipo de piel cada 12 horas, fotoprotección.
*Fuente: Academia Americana de Dermatología y Sociedad Brasilera de Dermatología
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